YO TU PADRE...

Cuando el Padre Celestial, quien raramente habla con Christina, le recordó a fines de octubre de 1992, de una experiencia que ella tuvo anteriormente en su vida cuando estuvo a punto de morir, ella quedó fascinada.

El le recordó a ella una conversación que recuerda claramente que sostuvo con El cuando niña. En ese tiempo, cuando tenía cinco años, el Padre Eterno la invitó a venir a Su Reino. Sin embargo, ella le rogó que le permitiera crecer y casarse, no ir a El a una tierna edad. El le recordó a ella este suceso:

Mi amada hija, Yo tu Padre revelo a ti lo que está oculto a los sabios. A los pequeños, Mi Reino pertenecerá. Jesús, Mi Hijo Divino te ha bendecido y llamado en el seno de tu madre. A tí te he hablado a la edad temprana de cinco años -de tu tiempo. Fuiste tu quien hizo la elección. Tu elegiste la cruz, porque Yo tu Padre Jahvé anhelé separarte de la cruz, así como lo anhelé para Mi Divino Hijo. Pero Jesús, Mi amado, Mi Hijo, El también eligió la cruz por Mi pueblo. Tú no tomas la cruz para tí misma, por que no lo podrías hacer, sólo a través de Mi Hijo Divino. La parte que te corresponde de ella es pequeña, sin embargo también es grande. ¿Ahora entiendes qué fue lo que Me pediste o cuando Dije, "Qué así sea?" Sí mi Padre, entendí, pero sólo un poco, respondió Christina.

"Oh, Mi pequeña, pocos han sido los elegidos. Todos han sido llamados" "Pero Padre mío", ella respondió, "Te amo, pero soy débil e insignificante, ¿cómo pudiste haberme elegido"¿ "Por amor al Corazón de Mi Hijo Divino. Los de tu generación, de tu semilla se han ofrecido a la cruz. A ellos, Jesús les dió gloria, y recompensó al llamar al frente a uno de tu generación de semilla a ser bendito y elegido. El que tu hayas sido elegida es el fruto de la cruz de ellos. Porque Yo soy tu Dios, que así sea".

Christina relata la totalidad de la aparición del Padre Celestial la que ocurrió antes de que aconteciera este diálogo. Yo estaba rezando el Vía Crucis con meditaciones de un libro de oraciones. Mientras hacía el Vía Crucis, me percaté totalmente al ver, con mis ojos, un rayo de luz que subía. Entonces pude ver ángeles, que eran como bebés pequeños. Eran más blancos que la luz en la que estaban. Subía el rayo de luz, pero no volaban con sus alas, aunque tenías unas alas pequeñas. Parecía que podían subir el rayo de luz a su voluntad. En la cima había una área con la luz más blanca. Nunca he visto algo como esto.

Luego vi a un hombre sentado en una silla grande de madera. La silla era muy amplia y de apariencia poderosa. Era una silla de autoridad. Este hombre que se sentaba en ella tenía el pelo blanco, aunque parecía viejo, no tenía ni una arruga o mancha en su cara. Era muy hermoso, su cara era idéntica a la de Jesús, aunque Jesús tiene el pelo café y El lo tenía blanco; pero sus caras eran idénticas. Cuando los ví juntos, Jesús estaba en un lado y su Madre Bendita estaba un escalón debajo de Jesús. Podía ver escalones largos, aunque estaban casi cubiertos de luz. Y recuerdo que dije, 'ese es Mi Padre Celestial, ese es Jesús Su Hijo y esa es Nuestra Madre Bendita'. Pero ¿dónde está el Espíritu Santo? me pregunté. Luego me percaté en ese preciso momento que toda la luz que podía ver era el Espíritu Santo. Durante todo esto había nubes, nubes blancas de luz. Había diferentes nubes con ángeles en cada una de ellas. Flotaban hacia donde estaba sentado el Padre Celestial y donde Jesús y Su Madre Bendita estaban de pie. Podía escuchar millones de vocecitas mezcladas, estaban cantando, pero su canto sonaba a música. Era hermoso. Sonaba como si los niños estuviesen cantando a distancia. Escuchaba a muchos niños cantando y sus voces nos llegaban como una brisa. Era como un sonido distante hermoso, pero era más hermoso cuando se mezclaba. Sonaba tan suave, como el mismo viento, aunque de él proveía ese sonido hermoso.

En mayo 5 de 1992, Jesús le dijo a Christina que la Santísima Trinidad habita en ella. Aunque esta es una verdad teologal reconocida, Christina no la sabía y luchaba para entender como era esto posible.

Estaba tratando de saber qué significaba esto porque sabía que Jesús viviría en mí, pero no sabía que la Santísima Trinidad pudiera vivir en alguien. Luego Jesús dijo que El era uno con Su Padre, que cuando una alma es elegida por Dios, ellos son uno. El dijo, "Cuando tu corazón está abierto a recibir a Dios (si yo lo recibo y El vive en mí) entonces Su Padre también vive en mí a través del Espíritu Santo. Cuando solicité comprender esto, El dijo 'Cuando canto alabándolo a El, canto en alabanza al Padre'. El dijo 'todo es a través del Espíritu Santo por medio de Sus actos' Esta es la forma de actuar del Espíritu Santo. Sin embargo no es sólo para mí, es también para mucha gente que recibe a Jesús con su corazón abierto. Jesús dijo 'Todos son llamados, pero pocos los elegidos'.

Cuando le pregunté sobre ser elegida. El se refirió a la semilla de mi generación que Jesús ha glorificado. Fue a través de la cruz de ellos que Jesús les otorgó lo que ellos deseaban y que era que una persona de su generación fuere elegida.

Y simplemente fui yo la elegida.

Cuando se le pidió que recordara lo más completamente posible la experiencia temprana que había tenido con el Padre Celestial a la edad de cinco años, Christina dijo.

En ese entonces mi madre estaba preocupada debido a muchas enfermedades que tuve. Tuve neumonía y neumonía doble. Y en esta ocasión en particular, estaba tan débil que mi corazón no estaba latiendo. Yo no estaba respirando. Mi madre estaba investigando y puso su oído en mi corazón. Entonces mi madre trajo a mi padre a mi habitación. Mi madre piensa que el grito de dolor de mi padre conmovió a mi corazón y empezó a latir de nuevo. Fue al mismo tiempo que la experiencia que tuve con Dios. Yo tenía cinco años de edad cuando sucedió.

Escuché una voz y sabía que era Dios, venía a llevarme al Cielo, le dije que no quería ir al cielo todavía, que quería permanecer en la Tierra. Quería vivir y crecer y ser como Mamá y Papá. Quería casarme y tener uno o dos hijos. Como resultó ser, me casé y tengo dos hermosos hijos, pero debido a complicaciones, ya no puedo tener más hijos. Pero, ahora repasando todo lo que ha sucedido en mi vida, esta conversación que tuve cuando niña con Dios y escuchar Su voz me doy plena cuenta de esto ahora.

Cuando niña frecuentemente me enfermaba. Mis padres en muchas noches no sabían si iba a vivir o a morir, nunca me di cuenta que estaba tan enferma. Me imaginaba que si Dios me llevaba al Cielo o no, me echaba encima de mi cabeza la sábana y me decía 'Si me vas a llevar, será como si estuviera de vacaciones'. Sabía que serían unas vacaciones sin fin y que no regresaría. Entonces esa voz volvió. Las mismas palabras me fueron dirigidas acerca de ir al Cielo y terminaba diciéndole lo mismo a Dios. Le dije que quería vivir. Al final de la conversación con Dios, durante la segunda ocasión, escuché las palabras 'QUE ASI SEA' entonces supe lo que significaba: 'Podía vivir' 'Ahora todo estará bien' pensé. Lo interpreté en el sentido de que podía vivir.

Es extraño durante estas experiencias porque instantáneamente conoces la diferencia en la voz, aunque la voz sea la misma. El Padre Eterno me parece tiene una voz más fuerte, un algo más poderoso en Su voz. Tiene un tono más firme, pero al mismo tiempo, hay algo hermoso y gentil en Su voz. Es más sometedora. Cuando El me habla, sé instantáneamente que es Nuestro Padre Eterno, me ha hablado en diferentes ocasiones - en muchas ocasiones recientemente. El me ha dado otros mensajes, El empieza diciendo: 'Hija Mía, Soy tu Padre'. Una noche repitió en varias ocasiones esto. Luego me invitó a levantarme. Yo solamente decía 'Preciosa Sangre de Jesús, cúbreme. En el nombre de Dios, si no eres Tú, desaparece en el nombre de Jesús' Pero su voz continuaba repitiendo 'Hija Mía, Soy tu Padre. Levántate y reza'.

El Padre Celestial ha cumplido sus promesas anteriores al revelar a Christina, Su pequeñita, lo que oculta a los sabios y entendidos.

En octubre 5 de 1992. Le habló a ella sobre Su Hijo:

"Pequeña, a tí Yo te revelaré la apertura de los cielos y el cierre de la Puerta. Todos los que deseen venir a Mí -vienen a través de la Misericordia de Mi Hijo Jesús y por medio de Su Madre. Aquellos que su deseo es deshonrar a Mi Hijo y a Su Madre, no hallarán la vida. Sólo a través de Mi Hijo Jesús y Su misericordia es como toda alma hallará la vida. Aquellos que desean hallar la vida a través de Jesús deberán beber de El. Hay muchos dioses falsos. La humanidad ha retornado a adorar todo lo que es del mundo. La humanidad está elevando al Anticristo a través de la adoración de dioses falsos. Oren a ella quien es la Sabiduría. Sólo en ella encontrarán la Verdad". En diciembre 9 de 1995 Christina volvió a ver al Padre Celestial en otra aparición en la que reveló la protección real que se le otorga a partes de la Iglesia.

El Padre estaba sentado en su silla con un respaldo alto en forma de espiral pero en esta ocasión la silla brillaba como si tuviera un acabado pulido. Detrás del Padre se encontraba un ángel enorme y de acuerdo a la descripción de Christina, debía ser un serafín, porque su color de piel era rojo y en el centro de su cuerpo tenía un brillo como de llamas ardientes. El resplandor de este ángel parecía cubrir y colorear la vestimenta del Padre.

Habían unos escalones y nubes a la izquierda en la que Christina podía ver a Nuestra Bendita Madre bajar unos cuantos escalones y acercarse al Padre. Fue bienvenida por la algarabía de una multitud de ángeles felices, luego Christina pudo apreciar a la derecha a Jesús; después vio una multitud de ángeles alrededor del Padre y de Jesús, quedó atónita totalmente por lo que estaba sucediendo. Jesús y Nuestra Madre se aproximaron al Padre. San Miguel se apareció dándole la espalda a Dios Padre, al Hijo y a Nuestra Madre, empuñaba su espada esgrimiéndola hacia abajo como si estuviere esperando una orden.

Tan pronto como Jesús y Nuestra Madre terminaron de rogarle al Padre y obtenido su súplica de El, San Miguel levantó su espada. Christina comprendió entonces que estaba listo para entrar en acción. Un camino de luz se abrió frente a él, el camino se amplió y se fue por el. Conforme avanzaba, Nuestra Madre se unió junto a San Miguel y ambos procedieron en son de batalla. Christina veía en toda la escena un aro de luz dorada. El camino seguido por San Miguel y Nuestra Madre pasaba dentro de este círculo dorado. Luego se le permitió conocer a Christina qué es lo que Nuestra Madre y Jesús habían recibido del Padre. Era el poder para defender a la Iglesia. Pudo ver una multitud de iglesias en la oscuridad con espíritus diabólicos por todas partes. Luego Christina pudo ver a una multitud de santos, algunos que pudo reconocer, Santa Teresa, Santa Catarina de Siena, Teresa de Avila. Uno de ellos que Christina no conocía, era una niña joven portando las heridas de Jesús, resaltando entre ellas la corona de espinas y las de los pies. Ella había solicitado sufrir esto frente al Padre por amor a Jesús en unión con Su Pasión (Extrañamente no se le permitió saber a Christina en ese momento que la persona era la presentación de Dios del ofrecimiento de Christina como alma-víctima y su parte dada por Dios en el plan de Nuestra Señora. Cuando esto se le confirmó más tarde a Christina la hizo encorbarse; Áella no se permitiría el tener el pensamiento de que ella alguna vez podría ser merecedora de hacer una contribución como esa al plan de Nuestra Señora!) Esta multitud de santos todos vestidos con túnicas blancas con vivos rojos en el cuello, las mangas y la bastilla de sus atuendos, seguían a Nuestra Bendita Madre y actuaban como si la protegieran. Había ángeles detrás de San Miguel y volando por arriba de él. San Miguel estaba listo para entrar en acción y proteger a todas esas iglesias que Christina había visto. Cuando toda esta escena desapareció, la figura de Nuestra Madre Bendita se agrandó, ella dijo que nos amaba a todos y deseaba atraer a la "cohorte" hacia Su Corazón. Nos pidió que recibiéramos la cruz y nos ofreció Su corona diciendo: "Vivan el mensaje de Mi Hijo. Permítanle dar frutos en su corazón. Yo como su Madre los amo y continúo dándoles gracias abundantes cada día. Hijos Míos, los amo y los bendigo. Te bendigo hija Mía. Continúa dando frutos en el Corazón de Tu Madre. Mi corona es tuya a través de la victoria de Mi Hijo.... Los amo a todos y los bendigo." Después de esto Nuestra Madre fue consumida en una bola de luz y los ángeles cantaba "Gloria a Dios en la eternidad".

San Miguel usaba una armadura dorada en sus pies hasta las rodillas. Vestía una chaqueta roja bordada y abotonada en oro. Una túnica cubría su uniforme. La forma humana majestuosa que asumió fue descrita por Christina como "indescriptible".

Nuestra Señora era tan hermosa, su cabello color castaño ligeramente ondulado y más largo de lo que Christina había visto, Vestía una tiara de oro que deslumbraba pero la compasión y amor que emanaba de ella y envolvía a Christina persistieron durante todo este episodio inenarrable que Christina vio y experimentó.