MUCHAS ALMAS BUENAS ACOMPAÑAN A LA VIRGEN MARIA

Christina supo mediante una aparición que "muchas almas buenas acompañan a la Vírgen María cuando Se aparece en nuestros tiempos en la Tierra". Christina sabe que estas almas elegidas, aunque felices, se están sacrificando de mucho de lo que se ganaron de gloria en la Visión Beatífica, a beneficio de las almas que están aún en la Tierra. Por lo tanto son permitidas por Dios a acompañar a Nuestra Madre Bendita cuando busca en el mundo a Sus hijos perdidos.

Esto clarifica la declaración realizada alguna vez por el Padre Pio de que él estaría parado a la puerta del cielo y que no entraría hasta que el último de sus hijos espirituales haya entrado con seguridad. Nuestra Señora le dijo a Christina:

"Muchas almas que han ganado la corona de la gloria en el cielo están constantemente intercediendo ante Dios"

cuando habló sobre su deseo de salvar a Irlanda en su mensaje de Enero 25 de 1992.

Hay un significado en los santos que específicamente Dios ha mandado para estar con Christina para cumplir con el trabajo a ella asignado. San Patricio, San José, San Elías, Santa Teresa de Avila, San Juan de la Cruz, Santa Catarina de Siena, Padre Pio, Santa Brígida, Santa Teresa de Lisieux, Hermana Faustina, Santo Domingo, San Bernardo, Padre Michael Newman, Moises, Santa Bernardita, San Francisco de Assis, San Luis María de Montfort, San Juan Evangelista, la Venerable Catalina de Emmerich, San Antonio, quien es el patrón proclamado de Christina, y Santa Filomena, quien es la patrona de la Casa de Oración de Nuestra Señora Reina de la Paz, estos son sólo algunos. Ella también ha visto a San Pedro y a San Pablo. La venerable Madre McAuley ha hecho conocer su presencia no solamente a Christina sino también a otros miembros de la comunidad. A fines de 1993, recibió las visitaciones de Teresa Higginson, una mística inglesa del siglo diecinueve quien era conocida por su devoción a la Sagrada Cabeza como la sede de la Divina Sabiduría.

Santo Domingo y San Bernardo, santos relacionados íntimamente con el Rosario y con la devoción a Nuestra Madre Bendita, se le han aparecido a ella pero no le han hablado. San Juan Vianey se ha aparecido dos veces. En una ocasión se le apareció antes de un ataque de Satanás, en la víspera de una reunión de Christina con muchos sacerdotes. En la otra ocasión estaba hincado muy atento en el altar mientras la Santa Misa era ofrecida.
Christina vió casualmente dos fotografías de los santos y estuvo en posibilidad de identificarlos por haberlos visto en apariciones. Una de estas fotografías estaba colgada en un cuarto en una casa de Cork donde Christina se iba a hospedar después de dar una charla ahí. Se emocionó al ver la fotografía y preguntó por el nombre de la persona, Era el Padre Solanus Casey - quien ha sido declarado venerable por el Papa Juan Pablo II.
La otra fotografía la vió al visitar a una niña enferma en los Estados Unidos. La niña estaba trabajando junto con otras personas, en la causa de beatificación de este hombre -Arzobispo Fulton Sheen.
Jacinta y Francisco Marto vinieron una vez sin hablarle a Christina. San Oliver Plunkett, el último de los mártires irlandeses de la persecución penal, se le apareció en una ocasión y ella vió a San Malaquías mientras asistía a Misa en una Iglesia dedicada a él en la ciudad de Armagh.
Mientras daba un discurso en una iglesia en California, Christina vió claramente sentado en la fila de enfrente a un santo a quien nunca había visto pero que después pudo identificar como San Leopoldo Mandic, el recientemente canonizado Santo Bosnio de la confesión.
Su experiencia en dos ocasiones de San Elías es analizada en relación a la significancia de la Casa de Oración, ya que es el papel de San Patricio en la renovación de la fe de la Iglesia de Irlanda.
Mucho tal vez no entiendan porqué o cómo es que tantos santos se han aparecido a Christina. Todo es posible, así como la vendia de Nuestra Señora "en el Espíritu de Dios". Estos son santos, como se le dio a conocer a Christina mediante conocimiento infuso, a quienes se les ha permitido venir a la Tierra en este tiempo cuando "la batalla entre los principados ruge" y para el cumplimiento de los planes de Dios.
Por la experiencia de haberse encontrado con estos santos, Christina los considera como los mejores amigos que podemos Tener. Ella describe su papel como los "comunicadores" de Dios quienes también interceden por nosotros a los corazones de Jesús y Su bendita Madre. Dada su posición poderosa para obtener la ayuda de Dios para nosotros, Dios desea que los conozcamos. Christina los percibe como amigos de verdad, a diferencia de los amigos en la Tierra, los santos, nuestros amigos celestiales, podemos confiar en ellos siempre.

Después de haber tenido estas experiencias tan gratificantes en que los santos la animaban, fortalecían y consolaban, naturalmente que Christina los invocará cuando esté en dificultades. En la incesante cadena de responsabilidades y problemas derivados de su trabajo y su misión, las dificultades parecen siempre multiplicarse. Cuando se encuentra en medio de las vicisitudes humanas y las circunstancias la aplastan por los brotes de nuevas guerras contra ella y el trabajo de Nuestra Madre parecen desgastarla, Christina apela a los santos para que la alivien, aunque algunas veces parecen que "no son respondidas". Entonces podría decir "Ustedes que están allá arriba pero no están haciendo nada". Pero Christina aprendió de Santa Filomena que esta aparente falta de interés por las invocaciones no son con el propósito de desalentarla o que piense que los santos, como diría Christina "parece no importarles". Esto fue en el verano de 1995 cuando Santa Filomena se le apareció en la Casa de Oración y cuando Christina le suplicó que le mandara un alivio de un sufrimiento muy prolongado, la santa le mostró el ancla (el medio de su propio martirio) y le recordó a Christina que ella misma no escapó del sufrimiento en la Tierra! Después de esta pequeña lección, sin embargo, Christina sí recibió alivio -pues su sufrimiento empezó a disminuir.

En la noche del 9 de diciembre de 1995 ella fue informada de una forma precisa del papel, no sólo de los santos en general, sino también de esos santos y ángeles especialmente asignados a ella para su misión particular. Los santos interceden por nuestra protección espiritualÉ Esto no quiere decir que nunca intercederían por nuestra protección material. Ellos lo harían cuando dicha protección sea necesaria para prevenir o aliviar heridas de nuestra alma.